Libro (TMM009) Tomás Morilla Massieu «¡Gritos de Libertad!»

ACCADEMIA FERDINANDEA
DE LAS LETRAS, LA CIENCIA Y EL ARTE
Catania – Italia

Galardonado Tomás Morilla Massieu por su Volúmen de Poesía «¡Gritos de Libertad!»

22 mayo 2001

Accademia FERDINANDEA di Scienze – Lettere ed Arti – Catania
Diploma y Placa Premio «U Liotru» di Catania por mérito especial a su volumen de poesía «¡Gritos de Libertad!»

Galardonado Tomás Morilla Massieu con Placa y Diploma en el Premio «U Liutru» en la Academia Ferdinandea de las Ciencias, el Arte y las Letras, por Mérito Especial a su volumen de poesía; «¡Gritos de Libertad!». En Catania, el 22 de mayo del año 2001.

COMUNE DI SILVANO d’Orba
Assesorato alla Cultura 
Milán – Italia


Galardonado Tomás Morilla Massieu por sus poemas inéditos, su pintura y su fotografía

Galardonado Tomás Morilla Massieu con Medalla de Plata en el Premio Letterario Internazionale “Michelangelo” 2004, por su óleo impresionista «Volcanes Centro de La Tierra», su poema inédito «El sendero… la vida… el legado», por su libro editado «¡Gritos de Libertad» y por su fotografía «El encuentro», en Milán Italia.
 

Autor
© 2005, 2006 Tomás Morilla Massieu

ISBN: 978-1-4092-5840-7
Publicado en Morrisville (EEUU)


Prólogo

Si no pude negarme con Alicia Morilla Massieu, con Tomás Morilla Massieu, siempre junto a su madre -que no a la sombra-, amigo lleno de inquietudes e ideas, fue así mismo imposible rechazar su generosa invitación.

 Tomás Morilla es una persona sumamente estructurada y policéntrica. En su vida es especialmente evidente y significativa la comunicación con su madre, viviendo un momento de gran y fértil producción artística.

 Todo le sorprende, le fascina. Sólo basta recordar su viaje a Lecce, Italia. Este viaje le inspira varias poesías.

Su estado de ánimo, la tensión creadora, los problemas existenciales… de la mano de Tomás pasan junto a nosotros de manera tan cercana y vital que no pueden dejar de sorprendernos.

Pero sobretodo su inquietud, la emoción por todo lo nuevo, por el cambio que nos estimula a la creación y al mismo tiempo nos empequeñece.

Así es el viaje del artista, el sueño del artífice, del hombre que piensa, que se recrea en el jardín interior, ya sea real o imaginario.

Creo ver en Tomás una alternancia entre la nostalgia del pasado y el espejismo del futuro mejor, que trata de buscar donde está… cómo está… pero lo quiere hoy, sin pensar en el mañana.

Irrumpe con prepotencia en sus deseos y anhelos. Grita buscando su propio ser, su ideal filosófico y como tal, propugna su vínculo con la existencia.

Su mundo es una permanente búsqueda, un viaje del conocimiento, búsqueda al mismo tiempo de la verdad.

Carlos de Blasio
Cónsul de Italia
Oficial de la República

 

Como dijo recientemente el poeta chileno Gonzalo Rojas, “los poetas tenemos -como los niños- la disposición para asombrarnos”. Creo que esta reflexión es la adecuada para hablar de los versos de Tomás Morilla Massieu y Alicia Morilla Massieu, donde el asombro por la vida es la constante de su poesía. Ser poeta no es una elección, surge de la necesidad de comunicar algo que quema en las entrañas y que desea ser compartido. Cuando sobreviene el momento de la creación, toda la calma se desborda para dar paso al nacimiento de una persona nueva, un nuevo poeta bautizado por sus nuevos versos.

Cada nuevo verso leído, cada nuevo libro editado completa un proceso del que el poeta es testigo mudo, pero también es el poeta el que recuerda, es la memoria del mundo en el que vive adoptado.

…un volver a empezar,
la consecuencia de dos caminos
que se unen,
transformando dos universos
en uno solo…

Fragmento de un poema
de Tomás Morilla Massieu

 

En estos versos extraídos de la poesía de Tomás Morilla Massieu, queda reflejado el pasado y el presente, el que vive el creador. Sin darse cuenta narra lo que, de otra forma, sólo sentirían unos pocos.

Esos que se asombran cuando observan sorprendidos que nada ha cambiado, que la pasión y la esperanza siguen siendo el motor de los hombres o esos que se paran a tocar a sus amigos ante la frialdad en la que sucumbe el ser humano en las puertas del nuevo milenio.

El poeta encierra en frascos la ternura para que el lector descorche la botella a su gusto, esa es la libertad de la poesía.

…Por qué tengo
que ver caer
el agua de la noche
y no ver
que es un profundo
agujero en el espacio
donde todo es inmenso
infinito…

Fragmento de un poema
 de Alicia Morilla Massieu

 

Alicia Morilla Massieu siente, y es esto un halago. La vida sentida es mejor que la vida deseada, porque el que desea nunca ve más allá de sus propios impulsos. Un amigo me comentó un día que los poetas son grandes egoístas porque siempre hablan de su propio dolor, pero yo creo que los poetas hablan del dolor de todos y, por eso creo que sólo la poesía puede entrar en las islas en las que se encierran los hombres.

Julieta Martín Fuentes
Periodista
Redactora de Cultura del Periódico
La Provincia y Diario de Las Palmas

 

A estas alturas de la historia una de las pocas cosas que nos salvan de la mediocridad y el mal gusto es la poesía, la buena poesía que se adentra en el descubrimiento del idioma y de los sentimientos hasta hacer que ambos congenien y se complementen de una forma mágica y elocuente. En medio de la impersonalidad que promueve a diario una aldea global que todo lo vuelve uniforme y todo lo emborrona, a uno no le queda más remedio que encomendarse al verso y a sus silencios.

No estoy diciendo con todo esto que haya que renunciar a Internet y a las nuevas posibilidades tecnológicas, pero sí que para que esas nuevas posibilidades se conviertan en puentes que unan y no en océanos que nos separen ha de haber un apoyo constante en la palabra y en la razón.

Alegra saber que el mismo idioma que utilizara Jorge Manrique, Garcilaso de la Vega o Góngora se mantiene vivo y poético en el Siglo XXI… En este caso en la poesía de Alicia Morilla Massieu y de Tomás Morilla Massieu, todo un clan entregado plenamente a las bellas artes y a la búsqueda de la belleza. Por todo ello también hay que celebrar que vea la luz un nuevo libro de versos, y hay que desear que éste encuentre en los lectores la misma pasión que estilaron sus escribanos en mañanas, tardes o noches de entrega literaria. Prometeo le robó el fuego a los dioses y nosotros convertimos esa llama divina en poesía como una forma de hacernos perdonar la afrenta. Y para que ese perdón nos sea concedido siempre es necesario que a toda hora y en todo lugar haya alguien manteniendo la llama encendida, rimando y buscando los sonidos de las palabras hasta convertirse en arte.

Decía Jaime Gil de Biedma, sin duda uno de los más grandes poetas de este siglo, que el juego de hacer versos -que no es un juego- es algo parecido al placer solitario que consiste en aprender a contar en renglones contados. Eso es lo que hace la autora de este libro, contar en renglones contados toda una vida…

Santiago Gil
Periodista

 

Lo que ha conseguido Tomás en éste, su último libro, ha sido único, pues muchos -por no decir todos- en algún momento hemos querido alzar nuestra voz y conseguir que se nos escuche en paz, armonía y sobretodo en libertad.

Saber plasmar en una hoja sentimientos del pasado, del presente y del futuro es difícil, pero más complicado es querer reflejar mediante la pluma el deseo y el anhelo de libertad que podemos sentir ante algo o alguien… y Tomás lo ha logrado.

Espero que estas líneas puedan aumentar aún más -si cabe- el valor de este libro, aunque teniendo como contenido la mayor de las sensaciones descubiertas por el ser humano. No creo que hagan falta, pero ahí van…

Siempre he admirado tu constancia ante las adversidades, has sabido ganarle la partida a las complicaciones y aprovechando cada minuto que la vida te regala… Todo gracias a tu fiel cómplice y compañera, “la libertad”.

Ahora soy yo la que mediante esta pluma te dice lo orgullosa que estoy de ti por ayudar con tus poemas a ver el mundo desde otra frontera, y divisar un horizonte no muy lejano en el que todos gritaremos al unísono “gracias”.

Uno de los regalos en esta
vida es poder leer y sentir
momentos olvidados y presentes
por medio de tus libros.

Tu hermana

Carolina Quevedo Morilla
Escritora y poeta

 

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