
Cultura, Sábado, 24 de mayo de 1997 /Pg.20
Una poetisa grancanaria, Académica de Honor en Italia
Esta es una historia singular no sólo por su silencio sino por su desarrollo. Alicia María Morilla Cantero escribió siempre, ella recuerda que sus primeros poemas ya los comenzó a perfilar con sólo 5 años. Hoy tiene enmarcada en su casa de El Monte Lentiscal (Santa Brígida), una carta que recibió de la Reina de España, y otra del Papa. Ambas eran de agradecimiento por la aportación de sus letras a la Humanidad.
Todo comenzó cuando cierto día, animando Alicia Morilla a su hijo Tomás a que escribiera su propio libro, dado que notaba que éste tenía talento para las letras, su hijo optó por recoger todo lo que su madre había escrito desde la niñez, lo registró y lo recopiló en un solo libro.
Tomás es radioaficionado con licencia de telecomunicaciones de la URL (Unión de Radioaficionados de Las Palmas). A través, de ellos, envió vía packet algún poema de su madre, y andando el tiempo, recibieron una sorprendente noticia desde Italia: La Academia Internacional de las Artes y Ciencias Trinacria (Mesina), contactaba con ellos mandándoles a pedir algún libro de poemas de la anónima autora, sacaron con su permiso al aire algunos versos, y al poco le llegaba a Morilla un diiploma con el que el jurado la hacía miembro de la Academia de la Paz, en Italia.
Desde que sucedió aquello, cada libro que su madre escribía, Tomás lo enviaba a la Academia. Así participó en un Concurso de Poesía y quedó finalista, siendo nombrada entonces, Socia Académica de Honor a perpetuidad por su excelente contribución al desarrollo de la cultura en el campo de las letras. Hoy, esta mujer ha escrito siete libros de poemas, que Alfonso Armas Ayala presentó en la capital grancanaria.